viernes, 21 de enero de 2011

APROPIACIÓN DE LO PÚBLICO


Tantos años de poder en Andalucía han llevado a UGT y al Partido a considerar las instituciones de la Junta como algo propio. El cebado de la administración paralela ha creado una corte cada vez más numerosa de colocados y de control del Sindicato. La connivencia del poder sindical de clase con el poder político ha sido total. Como en el logo, una mano limpia a otra mano.

Pero además, el crecimiento desmesurado de este engendro tóxico para la Administración andaluza ha estallado en los últimos años. Está dinámica acelerada no se puede parar sin muchos damnificados, es como la burbuja inmobiliaria, la burbuja de los entes instrumentales.

Debe ser por ello que parece que ni el Gobierno, ni UGT controlan la situación, esto es un desmadre, se les ha ido de las manos. Ahora resulta que hacen actos de fuerte simbolismo, con las banderas al viento, y toman en horas de trabajo las sedes principales de la Junta de Andalucía. ¿Qué pretenden, que se escenifica? ¿La toma del poder de la Junta por la fuerza?

No es equiparable su manifestación, en absoluto, con la de los empleados públicos unidos en plataformas apolíticas y asindicales. Ese grupo de adictos al régimen con uniforme despliegue de banderas del sindicato vertical puede recordar más a un grupo de falangista entrando en una franquista sede de un Gobierno Civil para dar apoyo al Gobierno. El acto en una democracía de muestra de apoyo del sindicato vertical a su régimen me parece muy poco estético ( soy todo lo educado que puede ser un convencido demócrata cuando por defender el derecho y la Constitución es insultado de fascista).

Cuando el parlamento habla, en una democracia, el pueblo escucha. ¿No?

En el parlamento se habla de la ordenación del sector público. Pero los autocalificados sindicalistas de clase dicen: << que no se le va a permitir dar un paso atrás en la reordenación de los servicios públicos en Andalucía». Ellos ya impusieron su acuerdo.

El coordinador del área pública de CC.OO. de Andalucía, Felipe Falcó, dijo en la manifestación del miércoles que si la Junta no acepta el acuerdo «: «tendrán enfrente a CCOO y UGT y continuaremos llevando a cabo movilizaciones sin descartar, incluso, una huelga general».

Si los representantes de la función pública, miles de funcionarios y laborales, en ningún momento quieren imponer nada. Entonces, ¡ qué esperpento es este, porqué nos llaman a los legítimos poseedores de puestos de trabajos en la Administración fascistas y enfrentistas por pedir pacíficamente que se cumpla la ley y la Constitución!

Cada día estoy más indignado; pero también preocupado por la actitud represiva del Partido y los sindicatos del régimen y su intento enconado de mantenerse como sea en el poder, manipulando la verdad como con el caso de la agresión de Murcia y haciendo muestras de fuerza.

No creo que nadie se extrañe de que estén buscando la forma de sacar de las casillas a algún compañero para así justificarse para usar la fuerza policial contra nosotros. Así, el pasado miércoles, cuando se manifestaban compañeros pacíficamente en un acto electoral del PSOE en Palos de la Frontera, en Huelva, uno de ellos sufrió una agresión física.

El mundo parece estar al revés. El sindicato de clase aliado con la patronal para reprimir a los empleados públicos, al margen de los cauces democráticos, al margen de la Constitución, al margen de las leyes. Y encima no paran de insultarnos y provocarnos. Resulta extraordinario lo que aguantan los compañeros con buen humor. Debe ser que no hay ningún fascista entre los que nos manifestamos en contra de esta enorme farsa llamada “ordenación del sector público” (empresarial).